No cabe duda que la Educación Popular como propuesta y como concepción, ha permeado muchas prácticas agenciadas desde diversas organizaciones, de base, no gubernamentales, e incluso gubernamentales1. Muchas de las actuales prácticas de intervención social se sustentan en conceptos como participación comunitaria, autogestión, una valoración positiva de los “saberes y culturas populares”, que en su momento fueron promovidos desde la Educación Popular y que hoy por hoy, han terminado por integrarse de una u otra manera al cuerpo de las estrategias de intervención social, aunque muchas veces tales prácticas no se reconozcan como deudoras o herederas de la misma2. En efecto, prácticas amarradas a movimientos étnicos, ecológicos, de derechos humanos, que hace unas décadas se identificaban casi plenamente con la educación popular, hoy no necesariamente lo hacen de esa manera3.
Pareciera entonces que la Educación Popular hubiese sido borrada de algunos espacios de intervención. Esto se debe quizás en parte a que en muchos de ellos, ha sido más conocida desde la propuesta didáctica, que llevó a ser interpretada como un método referido en manuales de orientación para quienes quisieran emprender alguna iniciativa de trabajo comunitario, o quizás por una relativa disminución del “auge” de la educación popular acaecida en la década de los noventa, conocida como la crisis que produjo la re-fundamentación para Latinoamérica, “…Estos diferentes caminos, vieron enriquecer una propuesta que creció y se consolidó durante cuarenta años en el continente, y que luego se debilita con la aparición de la crisis de finales de los ochenta y comienzos de los noventa (caída del socialismo, auge del neoliberalismo, globalización unipolar, pensamiento único, etc)” (Mejía, 2003). En este proceso de “debilitamiento”, algunos optaron por asumirse y adoptar otros conceptos como Pedagogía Social y Educación Social, Animación Sociocultural, Educación Comunitaria entre otros4, reconociendo la EP como un referente, en cierta medida como un legado histórico, pero, aparentemente abandonándola como una práctica vigente y actual, encontrando quizás en la apropiación de tales conceptos una señal de actualización y de novedad. Pareciera entonces que hacia finales de la década de los 90, hablar de Educación Popular significaba hablar de un anacronismo con poca fuerza y no actual5. Lo que llevó a que incluso muchos de los que promovieron y se definieron como activistas de la educación popular, se sitúen desde la nostalgia y la añoranza.
1 Algunos autores como Mejía, han señalado como en los últimos tiempos se ha dado un proceso de cooptación. Se trata de la apropiación y adecuación de parte de algunos entes gubernamentales de conceptos que otrora se planteaban como alternativos y opuestos a los mismos. Y este fenómeno se ha dado en parte porque muchos de los agentes y activistas de lo alternativo, han entrado a ser parte del entramado burocrático de lo gubernamental.
2 Gonzáles Julián. Notas de lectura
3 Al respecto el trabajo de las organizaciones indígenas o Afro, o el mismo trabajo en derechos humanos no necesariamente se vinculan ellos mismos a la educación popular.
4 Recuerdo particularmente en un encuentro de experiencias en Medellín en el 2005, como una representante de una ONG local, contaba como su práctica educativa al parecer tenía mayor afinidad con la Educación Popular, pero al tener que generar una estrategia de consecución de recursos financieros, decidieron adoptar el concepto de Animación Socio Cultural.
5 Me apoyo aquí en la siempre relatada anécdota del profesor Mario Acevedo, quien en varios espacios públicos cuenta como en alguna oportunidad alguien se acercó a él y en un gesto de sorpresa le preguntó “Ustedes todavía hablan de Educación Popular?”; También acudo a una anécdota personal . Se organizó en el 2005 un encuentro de Educación Popular en la ciudad de Cali. Un grupo de estudiantes de la Universidad del Valle querían asistir, y un profesor en un tono despectivo les afirmó categóricamente, “Pero si desde Freire, no se ha producido nada nuevo en Educación Popular!”